SABER ELEGIR LOS VIDEOJUEGOS
No
hay duda de que jugar con videojuegos se ha convertido en una de las
actividades favoritas de niños y jóvenes, llegando a formar parte importante de
las actividades de su tiempo libre.
Lo
primero que hay que tener en cuenta es que los videojuegos no son negativos en
sí mismos, pero sí pueden serlo si se
abusa de ellos o se usan mal. Por eso, te ofrecemos una serie de
recomendaciones para hacer un uso responsable de los mismos.
Los
efectos derivados del uso de los videojuegos dependen, en gran medida de su
contenido, pero también del carácter del usuario y del interés que los padres y
educadores tengan por los mismos.
No
debemos quedarnos sólo con su imagen negativa si no aprovechar los beneficios
que nos pueden aportar.
Acercan
a los usuarios a la informática y a las tecnologías de la información y la
comunicación. Los videojuegos favorecen el desarrollo de las habilidades
motoras y cognitivas y aumentan en la creatividad y la imaginación, desarrollan
los reflejos y la memoria, ayudan a desarrollar la lógica en la resolución de
problemas complejos, favorecen la coordinación mano-ojo…
PASOS A SEGUIR PARA LA CORRECTA COMPRA
DE VIDEOJUEGOS
1. Comprobar que el etiquetado y las instrucciones del
juego vengan en castellano.
2. Supervisar el tipo de videojuego que se va a adquirir,
informándose sobre el contenido del mismo, para evitar aquellos con contenidos
no adecuados a la edad del menor.
3. Seleccionar los videojuegos en función de los gustos y
potencialidades del niño y el tipo y contenido del juego.
4. Intentar escoger videojuegos en los que pueda jugar más
de una persona, para que esta actividad no afecte a la sociabilidad del niño. Siempre
es mejor jugar con alguien que jugar solo, bien con algún amigo o con algún
miembro de la familia.
5. Evitar aquellos videojuegos con marcado carácter
violento, sexista o discriminatorio que pueda influir negativamente en el
desarrollo del niño.
6. Es aconsejable que la consola o el ordenador estén
situados en un lugar común de la casa de esta forma, se podrá estar más al
tanto del tiempo que se pasa jugando con ellos y del tipo de videojuegos que se
utiliza.
7. Controlar y limitar su tiempo de uso. Lo ideal es
encontrar un equilibrio entre el tiempo dedicado a los estudios, a actividades
lúdicas y a los videojuegos.
8. Compartir con nuestros hijos parte del tiempo que les
dedican a los videojuegos, permitiéndonos asesorarles y dialogar con ellos sobre
el contenido d los mismos.
9. Aprovechar y potenciar los aspectos positivos que el
uso de los videojuegos ofrece (lógica, imaginación, memoria, coordinación
visual…).
10. Ofrecer alternativas de otro tipo de ocio,
fomentado y promoviendo otras actividades, juegos o deportes al aire libre.
(Publica: Paula Fernández 5º B y Nerea Corrochano 5º A)
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