14 dic 2011

CUENTO PARA LOS MÁS PEQUEÑOS

JAVI  Y LA CAJA MALHUMORADA

Un día un niño de once años llamado Javi fue a la biblioteca más antigua de la ciudad llamada Libro´s. Su propietario era inglés, por eso la biblioteca se llamaba así. En la zona de libros prohibidos había un libro muy curioso, así que decidió acercarse y al tocarlo se cayó arrancándose una página que era muy antigua,  se trataba de un tercio  de un mapa del tesoro y había una tarjeta publicitaria de un restaurante chino. Cogió la parte del mapa y se dirigió al lugar que decía la tarjeta, habló con el jefe de la tienda y le dijo que había encontrado una parte del mapa de la caja malhumorada y que le explicaría más de ese asunto después y le daría otro trozo del mapa si adivinaba el acertijo que le iba a decir a continuación y era:
-Si tengo 5.000 caramelos y me roban 4.999 ¿me quedan dos caramelos?
-No, te queda uno, respondió Javi.
Entonces el jefe de la tienda le dijo:
-Aquí tienes.
Cogió la segunda parte del mapa y las juntó  y le dio unas coordenadas de situación.
Al ver el barco amarrado en el puerto  Javi se montó; al llegar al sitio divisó una isla, le pareció sospechosa así que se bajo para observarla  mejor y al llegar se fijó en una estatua que tenía un dibujo muy parecido así que la tocó y vio que en ese lugar estaba más blando, así que decidió romperla y  se llevó una gran sorpresa al comprobar que había un papel con una  dirección de una calle de la Ciudad Prohibida de Japón.
Al llegar allí se fijó que todas las baldosas menos una estaban sin dibujo, al observar la que tenía dibujo decidió observarla y vio que tenía una cuerda pintada de color blanco como la baldosa, al tirar de ella se abrió y había unas escaleras. Javi las bajó y encontró una caja mágica muy extraña y entonces  ésta habló muy enfadada:
-Para obtener lo que hay dentro de la caja tendrás que hacer lo que yo te diga y por cierto me llamo  Caja Malhumorada.
Y  Javi le contestó:
-No pienso hacerlo.
Y  la caja le dijo:
-Muy bien, a todo el mundo que me ha encontrado siempre le he mandado cosas y las han hecho pero, joven valiente,  si no haces lo que te digo ya te puedes ir por donde has venido. Así que Javi no tuvo otro remedio que hacerle caso. Con lo que ganó vendió el tesoro y el repartió el dinero a los habitantes de la ciudad porque después del terremoto se quedaron sin nada.                                                                                       (AUTOR :  JAVIER GARCÍA DE 6º B)

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